No te amo lo suficiente, Monica

No te amo lo suficiente, Monica
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Al igual que a mi compañero Carlanga (bueno, quizá a él un poquito más) me encanta Monica Bellucci. Nunca deja de asombrarme su indiscutible belleza, y sensualidad, además de sus trabajos en películas como Malena, o Ricordati di me, donde consigue transmitir, emocionar, e hipnotizar a partes iguales.

Por eso me decidí a alquilar ¿Cuánto me amas? De Bertrand Blier, presunta comedia francesa, donde Monica interpreta a una prostituta de Pigalle, que se traslada a vivir con un hombre, Bernard Campan, dispuesto a gastar con ella, todo un premio de la lotería.

Desde luego, el argumento no era de lo más original, pero tampoco pensé que iba a encontrarme con un despropósito de semejante envergadura. Hace una semana que vi la película, y desde entonces he intentado olvidarla, pero esta misma noche, he tenido pesadillas con ella, así que lo he interpretado como una señal, de que tenía que hablar de ello, aunque criticar el trabajo de otro, siempre me haya costado un gran esfuerzo.

En teoría, ¿Cuánto me amas?, debería mostrar el amor que va surgiendo, entre cliente y prostituta, con algún que otro guiño divertido, producido por reacciones de personajes secundarios. Pero la realidad es muy diferente. Cuando se ponen a hablar del amor que sienten el uno por el otro, no ha pasado nada entre ellos para que el espectador pueda comprenderlo. Respecto al personaje de Monica Bellucci, no queda claro, si está loca, si le encanta ser prostituta, si quiere matar al protagonista a polvos o si ha acabado en esa situación presa de su cuerpo explosivo y lo quiere es casarse y formar una familia.

Tantas opciones, como mi imaginación pudo abarcar, porque en la película todo sucede porque sí, porque yo lo valgo, y no hay quien se aclare. Bernard Campan, el protagonista, está más inexpresivo que una cebolla, excepto en algunas escenas, en que se ríe sin venir a cuento. Gérard Depardieu, interpreta a un chulo arquetipo mafioso, que más bien recuerda a un payaso, con el añadido, de que tampoco tiene ningún sentido su aparición.

Todo ello amenizado con un final, que supera los límites de la estupidez, en el que por fin, comencé a reír, pero puedo prometer que lo hice por no ponerme a llorar, por lo que estaba viendo.

Eso sí, Monica Bellucci, que había dado a luz recientemente, cuando rodó la película, aparece en todas las posturas posibles e imaginables, mostrando desnudos, unos pechos más grandes que su propia cabeza. Con modelitos de lencería, haciendo morritos, poniendo cara de ingenua... Preciosa, sí, pero es mucho más recomendable, ver cualquiera de las muchas sesiones de fotos que le han dedicado, y pululan por la red.

Gratuitas, y sin tener que aguantar, uno de los films más horrorosos que he visto en los últimos años. Ni siquiera Los guardianes de la noche, lo supera como tomadura de pelo.

Que pena, me gustas mucho Monica, pero está claro que no te amo lo suficiente.

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