Críticas a la carta | 'Adaptation. El ladrón de orquídeas', de Spike Jonze

Críticas a la carta | 'Adaptation. El ladrón de orquídeas', de Spike Jonze
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Vuelvo a tener suerte con la sección "críticas a la carta". Lucía era la encargada de hablaros sobre 'Adaptation. El ladrón de orquídeas' ('Adaptation', Spike Jonze, 2002) --el título más votado por vosotros en los comentarios de la anterior entrega-- pero mi compañera está muy ocupada con la preparación del viaje a Cannes y me quedé con la tarea. Llevaba años queriendo volver a ver este segundo trabajo como realizador de Jonze y este artículo ha sido una excusa afortunada.

Es curioso cómo recordamos a veces las películas --representadas por escenas, frases o imágenes sueltas que pueden estar distorsionadas-- y las redescubrimos al volver a verlas tiempo después. Quizá por mi defensa del discutido talento de Nicolas Cage --reducido ya prácticamente a un chiste-- lo que me había quedado de 'Adaptation' era el excelente trabajo del actor encarnando a los Kaufman, y también recordaba que el tramo final me pareció aburrido. No ha cambiado mi valoración de ambas cuestiones pero sí mi visión o experiencia del film, un inspirado retrato de una crisis personal y creativa, además de una lección de humildad para todos los que nos dedicamos a escribir --en especial, guiones--.

Nicolas Cage en una escena de la película

'Adaptation' arranca con un fondo negro y la voz en off de Cage interpretando a Charlie Kaufman, alter ego del célebre guionista --ganador del Oscar por '¡Olvídate de mí!' ('Eternal Sunshine of the Spotless Mind', Michel Gondry, 2004)-- que escribió este film y el anterior de Jonze, 'Cómo ser John Malkovich' ('Being John Malkovich', 1999), cuyo rodaje aparece recreado aquí para presentar al protagonista, un hombre tímido, inseguro y nervioso, que recibe el encargo de escribir la adaptación al cine del libro 'The Orchid Thief' ('El ladrón de orquídeas'), de la periodista Susan Orlean --aquí Meryl Streep--. Exactamente lo que hace el verdadero Kaufman en este film.

Se establece así un divertido juego metalingüístico que llega hasta los títulos de crédito, donde figuran como guionistas Charlie y Donald Kaufman, un ficticio hermano gemelo que da a Cage la posibilidad de lucirse, dejando claro que cuando está motivado --y controlado con habilidad, supongo-- puede ser un actor tan diestro como cualquiera. Donald quiere seguir los pasos de Charlie y a lo largo de la película asistimos al proceso de escritura de su primer libreto, un thriller absurdo plagado de clichés. El giro final --un psicópata con personalidad múltiple-- puede dar pie a pensar que Donald es asimismo fruto de la imaginación del protagonista, un recurso para lidiar con la soledad y los actos que le causan vergüenza --como hablar con Orlean--.

Meryl Streep en Adaptation

Mientras Donald avanza sin problemas con su texto --y su vida--, Charlie sufre un bloqueo que le impide iniciar el trabajo, al tiempo que es rechazado por todas las mujeres que desea --debiendo recurrir a la fantasía para satisfacer sus impulsos--. Quiere ser fiel a la obra y escribir una película sobre flores, sobre lo maravillosas que pueden ser --atención al último plano--, sin caer en los tópicos del cine de Hollywood, pero no encuentra la manera de hacerlo; desesperado, llega a pedir consejo a uno de esos gurús que odia, Robert McKee --encarnado por Brian Cox--. El tercer acto, con Donald al mando, cumple con todos los lugares comunes y los elementos convencionales --sexo, acción...-- que Charlie había procurado evitar.

La broma tiene gracia pero el tramo se hace algo pesado --a la persecución le falta brío-- y creo que podría haberse exprimido mejor la burla de las fórmulas más cómodas y gastadas. Es la parte más floja de una película cautivadora que habla sobre la escritura, el cine, la adaptación (cinematográfica y vital), las pasiones y las decepciones que alteran nuestra vida, donde brilla el ingenio del guion, los efectivos trucos visuales --uno llega a creer que Cage ha sido duplicado-- y la convicción de un magnífico reparto; Chris Cooper ganó un merecido Oscar por su versión de John Laroche, el trágico y carismático especialista en peces, orquídeas y porno en Internet. Os dejo el tráiler por si queréis recordar imágenes o escenas, pero no recomiendo que pulséis "play" sin haber visto antes la película.

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